Con la caída de las Torres, Dios, el creador del mundo, muestra para toda la humanidad el valor de su palabra, que se cumple, y es perfecta en los mínimos detalles, como el mundo que él creó, como él dice a través de su hijo: Lc. 21:
33- El cielo y la tierra pasarán; mas mis palabras no pasarán. 1º Pedro: 1.
24 - Porque Toda carne es como la hierba, Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba: Secóse la hierba, y la flor se cayó;
25- Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
   Esa profecía, es la gran revelación de Dios, para el último tiempo, es la mayor de todas las anteriores, porque Dios en su amor, nos mostró esa antes de que se cumplan las otras (nos muestra el fin de este mundo), dando tiempo para todos leer la Biblia, y que crean más en ella, que cada uno pueda prepararse y purificar a sí mismo y  a su Iglesia para la 2ª venida de Cristo que vendrá a buscar a su Iglesia en breve.

    Esa profecía tapa la boca de los incrédulos y ateos, que decían que las profecías anteriores fueron escritas después que sucedieron los hechos, y todavía dudan que algunos hechos acontecieran.
     Esa visión es clara, y tiene fundamento, porque viene de Dios, no es como las previsiones del diablo, con Nostradamus y las de (no) nuestra señora de Fátima, (pero de ellos) que son obscuras y confusas.
     Dios simuló una conversa con su pueblo, sobre profecías futuras, para ellos se alertar de lo  que está por suceder, y habla del pasado en: Isaías 41. 21 a 29
 21-  Alegad por vuestra causa, dice Jehová: exhibid vuestros fundamentos, dice el Rey de Jacob. (Ellos reclaman a Dios)
22- Traigan, y anúnciennos lo que ha de venir: dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir.