Jesús hablando del fin: Lc 21. 34-35:
34- Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
35- Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
Jesús nos promete y nos conforta en todos los tiempos de prueba y de hambre, con el ejemplo de los lirios y las aves del cielo. Jesús nunca prometió prosperidad y riqueza, pero sí que su pequeño rebaño nunca tendrá hambre, si somos fieles - Lc. 12. 29- Vosotros, pues, no procuréis qué hayáis de comer, ó qué hayáis de beber: ni estéis en ansiosa perplejidad.
30- Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; que vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas.
31- Mas procurad el reino de Dios, y todas |
estas cosas os serán añadidas.
32- No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el reino.
Todavía en Apocalipsis 3.11-12, El nos dice (para la Iglesia de Filadelfia) que tengamos cuidado con el ladrón de almas:
11- He aquí, yo vengo presto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
12- Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; (será ejemplo en la Iglesia de Dios).
Y, al final de todos los mensajes a las Iglesias, Jesús dice:
Quien tiene oído, escuche lo que el espíritu dice a las Iglesias.
Las 7 Iglesias son el Candelabro de oro, que los Judíos tienen como símbolo hasta el día de hoy, junto con la estrella de David, que es el Cristo que une a todos. |