33- ¡Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno?
 34- Por tanto, he aquí, yo envío á vosotros profetas, y sabios, y escribas: y de ellos, á unos mataréis y crucificaréis, y á otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad:
35- Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Barachîas, al cual matasteis entre el templo y el altar. (Hoy de Esteban hasta la venida de Cristo).
 36- De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. (Son todos, en todas las generaciones).
Es falsa la idea de que Jesús perdonó a todos en la cruz, perdonó si solo a los soldados que no sabían lo que hacían.
     Todo aquel que tiene conocimiento de la Biblia, y sea capturado por esa red (palabra) lanzada al mar, con tantas iglesias por ahí predicando, con todos esos pastores locos por dinero que están yendo a

todas las esquinas de este mundo.  
  Todos están cercados por delante, y por detrás, no tienen donde esconderse, ni ahora ni en el día del juicio; ni que tomen las alas de la alborada, o que bajen al más profundo abismo, Dios te sacará de allá, porque la muerte, el fuego, el mar y la tierra, les darán a sus muertos, para ser juzgados; según sus obras. (Salmos: 139 y Ap. 20.13-)    Dios no tendrá por inocente a quien tomar su Santo nombre en vano (porque tiene algún conocimiento), cuanto más a quien rechaza a su Hijo, y tiene a la Biblia en las manos y no la pone en práctica; o todavía la usa para hacer tropezar a los pequeños.
   Jesús dijo que antes era mejor tomar una piedra de molino, colocar en el cuello y lanzarse al mar, tú tienes, que escoger; hoy todavía estas a tiempo de decidir: o tú abres la puerta de tu Iglesia, o de tu vida para aceptar Jesús, y andar como el anduvo.
O rechazarlo, a él, al Padre y su palabra.
 E grita hasta el fin: Crucifica, ¡crucifica!