Doctrina del diezmo y de las ofertas.
    Con el diezmo están robando de Dios y de los hombres,  es el mayor mal que entró en el cristianismo, porque deshace el señorío de Jesús, que habló en Lc. 6:
46- ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?
Cuando hablo con un diezmista yo le pregunto: si 10% son de Dios, de quien son los 90%. Si es de el, y él dice que es siervo de Cristo, el se contradice. Nadie es obligado a ser siervo, pero si él quiere ser, tenemos que ser siervos de todo lo que tenemos y somos. Para la Iglesia puede dar solo los 10% y quedarse con los otros 90% para gastar en lo que quiera, para los pastores el diezmista se vuelve el fiel, lo máximo, pero si fuera para Cristo el seria solo un siervo 10%; solo con eso, anulan 90% del señorío de Cristo y todavía, justifican la prosperidad y la riqueza y con eso se acaba el amor al prójimo.
El diezmo era la herencia de la tribu desheredada de los Levitas que no recibieron tierras como las otras, el diezmo era una ley exclusiva para el