Y si Dios solo lo acepta así, nunca lo va a aceptar de otra forma.
  Jesús reprendió a los fariseos por dar más valor a la oferta que al altar. Mt: 23.
19- ¡Necios y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el presente, ó el altar que santifica al presente?
Paulo confirma en 1 Co. 9:
13- ¿No sabéis que los que trabajan en el santuario, comen del santuario; y que los que sirven al altar, del altar participan?
 14- Así también ordenó el Señor á los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. (Vivir no es aprovecharse).
   Jesús, cuando mandó de casa en casa a su iglesia ambulante, los 12 apóstoles y los 70 discípulos (que seriamos nosotros hasta hoy), tuvo el cuidado de alertarnos, que no lleven ni oro ni plata en vuestros cinturones, ni bolsa (para poner dinero), ni alforja (para poner comida) y lo que por gracia lo recibiste, da de gracia. 
Come de lo que te fuere ofrecido, en otras palabras, de la forma que entraban en las

casas tenían que salir, sin tomar nada de nadie para que el evangelio no fuese escandalizado.
 No tenían nada que dar, solo lo que Jesús mandó dar, como fue el caso de Juan y Pedro, en la puerta del templo, que dijeron:
 ¡No poseo ni plata ni oro, pero lo que tengo, eso te doy: en nombre de Jesús Cristo, el Nazareno, anda! (curó al paralítico).
   Pero ahora están vendiendo todo lo que reciben de gracia, están poniendo precio a lo que costó sangre.
    Y el diezmo, que era solo para el pueblo de Israel, la herencia de los desheredados levitas y también de la viuda, del huérfano y del extranjero pobre, esa era la ley.
    En la Institución de los 7 Diáconos, ellos debían ayudar a las viudas pobres; como los levitas, que también cuidaban del templo y a falta del sacerdote, muchas veces asumían como Felipe, el evangelista y Esteban.
    Qué diferencia de los cristianos de hoy que aplican el diezmo al pueblo gentil.
Y le quitan inclusive al pobre que en la