Abreviaturas
“CARNERO” X ‘Cabrío’
Los Cuatro Caballos y Caballeros del Apocalipsis.
El Caos de las Religiones y La Purificacion de la Iglesia
El Mayor Enemigo de la Humanidad
Las Siete Iglesias Profeticas del Apocalipsis
Plan Perfecto de Dios para la Iglesia
Numerologia Biblica
Atalaya Doctrina
Bautismo y Cena
Trinidad
Diezmo
El ministerio femenino
Los
2 animales de 7 cabezas y 10 cuernos
1°,
2º y 3º atalaya
Los Excluídos del Mundo
Dedicatória
La Razon Por qué Escibí |
La palabra profética y las profecías, dadas por el Espíritu de Dios, se encerraron con el Apocalipsis.
Paulo confirma 1 Co. 13:
9- Porque en parte conocemos, (un poco de las enseñanzas de Jesús, Paulo, Pedro y de otros discípulos) y en parte profetizamos; (los que no tenían conocimiento, ahí profetizaban).
10- Mas cuando venga lo que es perfecto, (Biblia) entonces lo que es en parte será quitado. (Profecías).
Y continuó que eso era cosa de chicos, hasta llegar a ser hombre, y dijo los dones que permanecían fe, esperanza y amor.
Pero cuando vino lo que es perfecto; la Biblia completa lo que nos lleva a la perfección, cesó la profecía; y Paulo incentivando el estudio de la palabra a Timoteo en 2 Ti. 3:
16- Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, |
17- Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.
Juan habló en su 1ª Carta 5.7 que:
El padre, la palabra y el Espíritu Santo; esos tres son uno.
Quien no tiene la palabra (no la cumple), no tiene Dios ni su Espíritu, el Espíritu tiene una espada formada por él.
Paulo confirma eso en Efesos 6. 10 a18, que en la lucha contra el Diablo, tenemos que tomar toda la armadura de Dios y:
17- Y tomad el yelmo de salud, y la espada del Espíritu; que es la palabra de Dios;
Pedro en su primera carta fue claro: 1.
25- Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
Dios, con su Espíritu, inspiró a Paulo, Pedro y los demás escritores para que escriban la biblia; ahora, en el final de los tiempos, Dios nunca mandaría su Espíritu para que los hombres profeticen y mujeres prediquen, en pulpito. |