22- Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos mucho milagros?
23- Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.
Hablo Jesús que hasta sus hermanos y madre tenían que practicar para ser su familia. Lucas 8-
20- Y le fué dado aviso, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera, que quieren verte.
21- El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la ejecutan.
Y en otro hecho en Lucas 11:
27- Y aconteció que diciendo estas cosas, una mujer de la compañía, levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos que mamaste.
 28- Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la

guardan.
En Juan 8, Jesús, discutiendo con su pueblo (los que no querían aceptar, ellos dijeron que tenían un Padre que era Dios). Jesús dijo:
 Vosotros sois del Diablo que es vuestro padre, quien es de Dios escucha las palabras de Dios por eso no me daréis oídos por que no sois de Dios.
  ¡La Biblia, la Palabra de Dios, la voluntad de Dios, las Sagradas Escrituras, la espada de dos tajos, que sirve para salvarnos, o condenarnos; nos anima o nos aterroriza; nos da el cielo o el infierno! Hebreos 4:
12- Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
     ¡Casi todos tienen la Biblia en su casa y por eso nadie tendrá disculpa delante de Dios, que no sabía y que fue engañado  en el día del juicio que está bien próximo!