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Abreviaturas
“CARNERO” X ‘Cabrío’
Los Cuatro Caballos y Caballeros del Apocalipsis.
El Caos de las Religiones y La Purificacion de la Iglesia
El Mayor Enemigo de la Humanidad
Las Siete Iglesias Profeticas del Apocalipsis
Plan Perfecto de Dios para la Iglesia
Numerologia Biblica
Atalaya Doctrina
Bautismo y Cena
Trinidad
Diezmo
El ministerio femenino
Los 2 animales de 7 cabezas y 10 cuernos
1°, 2º y 3º atalaya
Los Excluídos del Mundo
Dedicatória
La Razon Por qué Escibí

Dios tiene planes para la época del fin
Gracias a Dios, que todo está en sus planes, hay mal que es necesario. Esos mercenarios, por dinero, llevaron su palabra (Biblia) hasta los confines de la tierra.
    Porque en el tiempo de Cristo, Paulo, Lutero y Wesley, casi nadie sabía leer, y no tenían la Biblia. Hoy, casi todos saben leer y tienen la Biblia, y casi todas las profecías se refieren a los días de hoy, el tiempo del fin.
    Quien lee la Biblia, escucha la voz directa de Cristo (como si estuvieran al pie del monte o en la orilla de la playa escuchando directo), según Mateo, Marcos, Lucas y Juan que escribiendo (grabaron) lo que Jesús dijo; es indirecto por el espíritu con Paulo, Pedro y por sus hermanos Judas y Santiago (autores del Nuevo Testamento), que escribieron solo lo que el espíritu inspiró.
    Solo hay que abrir la Biblia y leer y conocer Jesús y la voluntad de Dios, mucho mejor que los propios escritores,
porque cada uno tuvo solo parte del Evangelio, y nosotros tenemos la Biblia completa contando todo desde el comienzo al fin, para que todos nosotros podamos leer, analizar, creer y practicar.
 Solo hay que abrir la puerta y dejar al Espíritu entrar y comienza la comunión con Cristo y habrá un solo rebaño, y un solo Pastor, como habla 1º Pedro 2:
25- Porque vosotros erais como ovejas descarriadas; mas ahora habéis vuelto al Padre y Obispo de vuestras almas.
    Y cumplirá la oración sacerdotal de Jesús al Padre por nosotros con la única manera de santificarse. Juan 17.1 a 26:
 17- Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad.
20- Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.
21- Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste.
 
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