Paulo mando y responsabilizo a los de la iglesia Universal de Corinto a hacer eso al inicio de la 1ª carta Co. 1:
1- PABLO, llamado á ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, (...).
2- A la iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados santos, y á todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro: (para aquellos que dicen que Paulo escribió solo para la iglesia de Corinto, y para aquella época).
   Y Paulo, reprendiendo a la Iglesia de Corinto, nos les dijo que abandonen y dejen a los malos en la Iglesia, pero si, juzgar y expulsar al malhechor. (No solo al pequeño, pero también a los grandes que detienen el poder. Es difícil pero con Dios todo es posible). 1 Co. 5:
11- Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es á saber, que si alguno llamándose hermano fuere fornicario, ó avaro, ó idólatra, ó maldiciente, ó borracho, ó ladrón, con el tal ni aun comáis.

 12- Porque ¿qué me va á mí en juzgar á los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros á los que están dentro?
13- Porque á los que están fuera, Dios juzgará: quitad pues á ese malo de entre vosotros.
Paulo continua en el capítulo 6 que los santos van a juzgar al mundo inclusive a los Ángeles que pecaron?
Por eso tenemos autoridad para protestar como Lutero, reformar como Wesley, y purificar, como Cristo, a la Iglesia (Templo).  
Purificación solo hay con arrepentimiento, para que la sangre de Jesús nos purifique de todos los pecados, que comienza en el Bautismo (purificación).
Ezequiel: 36. 25 a 29, y continua con la cena y Jesús llama transformando el agua de los vasos de purificación en vino (su sangre), como debía haber en la preparación para la cena (Pascua Judía) para ser pueblo de Dios. 2 Crónicas 30. Y Ezra 6- 19. Más la cena cristiana. 1 Co. 11.27 a 32.